[Dia 1 - Tarde] Siguiendo a Crabmon

Estais siguiendo a crabmon, mientras este tararea una canción de marcha. La espesura del bosque es más densa cuanto más os adentrais.

[El narrador no participara en este topic, por consiguiente los digimons salvajes los controlais vosotros. Enjoy!]

*Ya hemos dejado atrás la playa y nos encontramos en un bosque cada vez más oscuro. Pero supongo que, mientras no perdamos de vista a Crabmon, todo irá bien... De vez en cuando se oyen algunos ruidos. ¿Serán más digimon?*

-¿Oye, falta mucho? - Le digo, después de un rato, a Crabmon, que asiente y nos pide que tengamos paciencia.

*La marcha no era rapida, pero si ineterrumpida. El terreno al no ser uniforme y no tener el calzado adecuado me estaba matando*

- ¿Y tu Genrou como llegaste a este mundo tan extraño? - Digo a la chica, mientras aparto la maleza que se interponia por el camino.

-Pues... -me pongo a pensar mientras aparto una rama que había estado a punto de darme en la cara-. Lo último que recuerdo es mi ordenador... Llevaba encendido todo el día, pero de repente la pantalla cambió de color y pensé que se había estropeado. Así que me acerqué... ¡Ah! Y recuerdo que al lado del ordenador había esto...

*Le muestro a Jack un aparato bastante extraño*

-Fíjate, hasta tiene un cable USB... ¡Oh! ¿Y si pruebo a conectarlo a mi netbook?

Sí: en la mochila llevaba un ordenador portátil bastante pequeño. Muy útil para situaciones como esta. Me siento en el suelo y sigo hablando:

-Bueno, pues como iba diciendo, cogí el aparatito este, la pantalla empezó a brillar y... lo siguiente que recuerdo es la playa de antes -digo mientras saco el ordenador y me dispongo a conectar el aparato-. Crabmon, espera un momento, por favor -No sé si me ha oído.

* Me quedo observando detenidamente el aparato. En ese mismo instante me recuerdo que en la mesa de uno de los ordenadores habia uno parcerido, pero en blanco. Pense que seria un objeto perdido, y me lo meti en el bolsillo para devolverlo en conserjeria*

Spoiler:

- A mi me paso tambien algo parecido - Extraigo el dispositivo de mi bolsillo - Creo que este aparato tiene que ver con que estemos aqui.

*Alzo la mirada para buscar a crabmon, pero no le veo. Pero almenos oigo como tararea la cancioncilla por los alrrededores*

-Qué curioso... Espera, ¿dónde está Crabmon? Mejor dejo esto para luego -digo y guardo el ordenador en el bolso, una bolsa bastante grande que siempre me acompaña.

*Jack y yo vamos a donde parece estar Crabmon (nos guiamos por el sonido de la canción que iba tarareando), pero no hay ni rastro de él...*

-¿Dónde está? ¿Qué hacemos? Creo que nos hemos perdido...

¿Qué vamos a hacer ahora?

*La cancioncilla todavia suena en el bosque, pero debido al tamaño de las plantas y del digimon hacian dificil su busqueda*

- Sigamos andando, si nos paramos posiblemente crabmon se aleje demasiado - El bosque no me daba miedo, pero ya en la playa dijeron que habian digimons peligrosos - Sera mejor darnos prisa, no sea que oscurezca.

-Sí. Y vamos a intentar no separarnos nosotros también... ¡Creo que ya veo a Crabmon!

*Salgo corriendo hacia una silueta que se está moviendo... Pero, cuando me acerco, resulta que no es Crabmon*

-¡Ah!

Maldita niña, ¡sera rapiña! - Grita el kunemon, poniendose en actitud defensiva - Lo que intentas es robarme, espera a que me rearme.

*El kunemon parece que va a luchar. Miro entre mis ropas y veo el dispositivo, lo primero que pienso es en tirarselo pero parece que puede ser util en el futuro. Entonces el dispositivo brilla y sale una pantalla que dice*


- ¿Que ha dicho? - En la pantalla se puede leer los datos del digimon, ¡es increible! Bueno todo es increible desde el principio, miro a Genrou para saber si ha oido lo mismo.

-¿La voz ha salido del aparatito? ¡Qué chulo...! Espera... ¿telaraña?

*El kunemon este me lanza una telaraña que consigue alcanzarme solo en la mano izquierda, pero esta se queda pegada a un árbol al momento.*

-Genial, genial. Y ahora, ¿qué hago? Lo mejor es mantener la calma -nada mejor que hablar con una misma en momentos de pánico.

*Kunemon se acerca peligrosamente a mí. De hecho, creo que está cargando algo... ¿Qué me va a lanzar ahora?*

*Está cada vez más cerca, cada vez más cerca. Solo hay una opción: cierro los ojos y, a pesar de que mi mano izquierda todavía sigue pegada al árbol, le asesto con fuerza un puñetazo con la otra mano en el estómago del bicho. (Dejemos de lado la cuestión de si los bichos tienen estómago o no). Kunemon cae inconsciente al suelo*

-¿Qué hago? -Lo malo es que sigo pegada al árbol por la mano izquierda.

*Le doy unos golpecitos con el pie a Kunemon, a ver si se mueve o algo. Qué asco.*

-¿Qué ha pasado aquí? -Crabmon aparece de la nada y, acto seguido, mira al Kunemon inconsciente. Luego, me mira a mí y luego a Jack.

-A buenas horas -digo-. Ha aparecido un digimon y casi nos mata. ¿Puedes ayudarme?

Se... se pondra bien - El brazo no tenia buen aspecto - Tenemos que ir a un medico, ¡Rapido tenemos que ir a la ciudad! ¡Crabmon guianos!

-No te preocupes, no es nada... -No me gustaría preocupar a Jack sin motivo... -Si no me duele... -Eso es verdad, porque lo tengo como dormido-. Sigamos, Crabmon: estoy bien -aprieto el brazo con fuerza en ecl pecho, como si creyera que, al hacer eso, iba a ponerse mejor.

*Seguimos de cerca a Crabmon por miedo a los digimons salvajes. El bosque parece nunca terminar y el sol parece que ya ha alcanzado su punto más alto, ahora va ha empezar a anochecer*

- ¿Sientes el brazo? - Pregunto a Genrou mientras a abrazo, para darle animos. Crabmon sigue con un paso continuo por el bosque - ¿Quieres que te vende el brazo? tambien puedo hacerte un cabestrillo con hojas y palos.

-Pues no, no lo siento ni para bien ni para mal -sonrío, a la vez que miro de reojo a Crabmon (no me gustaría que nos volviéramos a perder) -. Ya me lo vendarás luego, porque, si nos paramos, volveremos a perder a Crabmon.

¿Este bosque no tiene fin o qué?

- Dejame ver te tal esta - digo minetras me pongo en el lado izquiderdo de Guenrou, le cogo con cuidado el brazo. - Parece que no empeora, eso esta bien.

*El brazo sigue morado, pero no parece que se extienda al resto del cuerpo. Los granos parece que no aunmentan ni disminuyen*

- ¡Ah! - Grito mientras caigo al suelo - ¡Sagrada mierda!

*Al estar antento en al brazo de Genrou no me he dado cuenta del suelo y tropece con lo que... no puede ser!*

- ¡Crabmon! - Digo al observar que he tropezado con el cuerpo incosciente de kunemon - ¡Estamos dando vueltas en circulos!

*Crabmon nos mira. No dice nada. Mira al cielo. Vuelve a mirarnos. No dice nada*

-¿Y para eso te hemos estado siguiendo? Menuda pérdida de tiempo -digo-. ¿Qué hacemos ahora? ¿Para dónde tiramos? ¡Di algo, Crabmon! ¿No nos estarías engañando?

Espero que Kunemon siga inconsciente un rato más...

*Observo como crabmon le dice algo al oido de Genrou, pero no llego a escucharlo*

- Sera mejor que continuemos - Digo intentando reanudar la marcha - La noche va a caer y puede ser peligroso.

-Pues a este paso, tendremos que pasar la noche aquí -lo que me ha dicho Crabmon me ha dejado un poco intranquila-. ¿Se te ocurre algún sitio seguro o seguimos dando vueltas un rato más?

*Las palabras de crabmon me deja aturdido, derrepente los sonidos comunes del bosque se convierten en sonidos amenazantes. Miro a Genrou para ver su estado y sigo a crabmon preparado para lo que pueda vernir*

No debo perder de vista la montaña, no debo perder de vista la montaña...
Empiezo a ver borroso... ¿Será que me estoy concentrando demasiado en la montaña? No hace falta que mire todo el rato, no se va a mover...

*Miro hacia el suelo, luego miro hacia delante (Crabmon sigue andando) y a mi lado (Jack también sigue andando). Me quito las gafas, las limpio un poco y vuelvo a ponérmelas. Miro otra vez hacia arriba, hacia la montaña... Y sigo viendo borroso.*

Antes de poder decirles a Jack y Crabmon que empiezo a encontrarme mal, me desmayo. Creo que haber pegado a Kunemon no fue una buena idea, después de todo.

*Genrou veo que te tambalea y la agarro con fuerza debemos de llegar a la montaña, ese es el objetivo*

- Vamos Genrou, veras que cuando llegemos a la ciudad te curaran.