[Día 2 - Mañana] Atravesando la montaña

Camyla y yo llegamos al monte, teniamos que atravesarlo y esperaba hacerlo antes del anochecer. La montaña no me daba seguridad, me sentia observado. Pero Dorusama, los cachorros y Principe me brindaban cierta seguridad, además, esta vez a diferencia de otras veces no me encontraba solo, no era el único humano.

Sinceramente no creo que alguno de mis amigos haya venido, después de todo la luz que me absorbió apareció mucho después de que me separé del grupo.- Le respondí al joven a mi lado intentando volver a entablar una conversación. Luego me volteé a Salamon.- ¿Cuánto tiempo crees que nos queda antes de llegar a nuestro destino?

El cachorro miró en todas direcciones

Salamon escribió:

- Al parecer si caminamos todo el día al anochecer

Puse la medía cara, aquella caminata en subida parecía ser mucho, miré a Camyla y sonreí.
- ¿Qué te parece?-

-Si, eso parece- le dije a la muchacha. Le pregunté telepaticamente a Dorusama si es que no tenía problemas de llevar a Camyla en su espalda. Para lo cual tendría que digievolucionarlo.

Me contestó que no los tendría. Por lo que miré a la niña a mi lado y le dije que si se cansaba tendría que avisarme, pues conseguiría que la llevaran.

Principe se encontraba algo saltón, lo miré y noté que el hecho de encontrar el Espiritu del Viento le tenía animado.

Lo miré agradecida mente, le sonreí y contesté Muchas gracias por tu ofrecimiento, pero todos estamos igual de cansados y no sería justo, pero aún así te agradezco tu amabilidad.- En mi mente aún tenía dudas de aquel joven, y hasta que ésta trayecto concluyese estaríamos juntos, así que era mejor despejar algunas interrogantes.
¿Cómo te llamas?¿Y cómo conociste a los seres que te acompañan?

- Daniel, los conocí en el pantano poco después de llegar, Dorusama- dije mirando a mi digimon compañero - se encontraba en apuros y logré salvarlo. Después tuvimos batallas hasta llegar a la Villa de los Gekomon, donde conocí a Principe- lo miré con mayor detención, pensando la carga que debería de tener en estos momentos- Luego de eso tuvimos una larga batalla contra un grupo de Raremons-

Veo que han pasado por muchas cosas juntos, pareciera que llevases más tiempo que solo 2 días, yo no soy buena en batallas y no tengo experiencias, así que no seré de mucha ayuda si algo llegase a pasar, lo siento mucho.- En ese momento no pude evitar sentirme inútil por no saber el cómo defenderme en caso de peleas, hasta ahora Salamon me ha ayudado cuando algo ha ocurrido, pero su diminuto tamaño no me da la suficiente confianza contra un enemigo más fuerte.

Al mirarla noté que le temía algo - No te preocupes por el tamaño- le dije con una sonrisa - he notado que las criaturas en este mundo pueden cambiar de forma-

En ese momento noté que unas sombras se movían a nuestra derecha, logrando vislumbrar levemente lo que parecía un grupo de árboles mal formados.

¿Cómo era que aquel chico había logrado adivinar mis pensamiento? Eso era algo imposible, pero aún no averiguaba todas las características de éste mundo. Con que las criaturas cambian de forma, un cachorro ¿en qué se podría convertir?. Mientras en mi mente se venían toda clase de pensamientos noté un grupo de sombras. Daniel se había movido. Lo miré fijamente y le dije en voz baja.- ¿Qué crees que ocurre?

-Claramente hay digimons por ahí, la pregunta debería ser ¿De que lado crees que estén?-

De pronto se ve como comienzan a acercarse lo que parecen árboles sin ramas.

¿De qué lado están? Se supone que nosotros seríamos un lado y ¿cuál es la otra posibilidad?
Retrocedí un poco por cautela y les dije a los cacharros que tuviesen cuidado.

Dorusama se colocó delante y Principe a su lado, ambos valientemente no tenían problemas en enfrentar al enemigo con tal de salir victoriosos de todo ello.

Principe miró a Dorusama y comenzaron a caminar hacía los árboles a modo de diplomáticos.

Los cachorros estaban a mi alrededor en posición de ataque, no sabía exactamente que eran capaz de hacer.

uno a uno los 5 árboles que venían se desploman, antes de que Dorusama y Principe llegarán hasta donde se encontraban. Dorusama devuelve la mirada para saber que hacer, luego comenzó a correr hacía los digimons caídos.

Miraba atónita lo que estaba ocurriendo, me sentía segura al ver a los 3 cachorros no se despegaban de mí.

dirigí una mirada a Camyla y luego a sus 3 cachorros, si corría con los mios podía estar seguro de que ella se encontraría bien. Al llegar junto a los digimons noté que tenían enormes heridas y cortes

-¡Está bien!- grité a mi compañera

Me acerqué lentamente a los digimons y pude observar cuan grave eran las heridas que tenían. Si algo había aprendido con Salamon en éste extraño lugar es que no todos tienen malas intenciones, tal como en el mundo humano.
Corrí hacia el que estaba más herido.- ¡¿Quién fue el que les hizo ésto?!.- No podía soportar ver a alguien con tanto daño en su cuerpo.

Woodmon escribió:

- Halse...mon...- dije en un susurro, con todas las fuerzas que me quedaban

Dorusama exclamó el nombre, le pregunté mentalmente que era lo que sucedía y me explico del mismo modo que antes aquel digimon era bueno, y que no creía que halsemon fuera capaz de realizar aquel daño a un digimon

¿Halsemon?¿En dónde y por qué les hizo esto?.- Le pregunte al digimon cerca mío, pero sabía que debido a sus heridas de gravedad dudosamente podría responderme. Volteé a Selomon ¿Conoces alguna manera para curar sus heridas?

Selomon escribió:
- Si, sé de unas plantas medicinales que crecen abundantemente en esta zona del Monte Infinito- Dije afirmando con la cabeza -Voy a descargar en tu digivice información sobre la planta-

Código:


Digivice/Camyla
- Se ha descargado información sobre la planta


¿Donde esta Halsemon? el digimon me miró sorprendido al ver que mi boca no se movía. En una cueva al otro lado del monte, pero es realmente peligroso... No te preocupes, nosotros lo haremos. le dije agregando un guiño

Debemos curar sus heridas.- Le dije a mi compañero .- Pero además debemos averiguar qué sucede con ese tal Halsemon.

- Ya sé donde encontrarle. Pero...- la miré un rato directamente a los ojos- Ve tu por las hierbas, yo iré por Halsemon-

No podía dejar que corriera peligro, y seguramente Halsemon era una criatura poderosa.
Miré a Salamon. Cuidala, si me voy es para que ella no corra tanto peligro

Debes estar bromeando, ya también iré contigo.- No podía soportar la idea de no contribuir en la búsqueda del sujeto que lee había hecho tanto daño a esos digimons.